Por BioADN
¿Quién no ha soñado alguna vez con salvar el mundo de un accidente nuclear, o ser un superviviente en un apocalipsis zombi? ¿Quién no ha querido tener superpoderes o encontrar el antídoto que podría curar a miles de personas?
Esa emoción, tensión, curiosidad y adrenalina pura, es la que se vive en un room escape. Entonces, ¿Qué mejor herramienta educativa para motivar a los adolescentes?

La etiología de los problemas escolares en la adolescencia depende de varios factores sociales, familiares, personales y escolares, pero como profesorxs podemos reducir algunos de ellos, haciendo que el proceso enseñanza-aprendizaje sea más fácil.
Uno de ellos, es la falta de motivación del alumnado, y es que la motivación es el motor que mueve la conducta, así que se necesitan clases dinámicas, amenas, algo que capte la atención del alumno. Y si hay algo que define los juegos de escape es la palabra: DIVERSIÓN.
También, la curiosidad y la emoción de la que hablábamos antes es importante para adquirir conocimientos. Eso se debe a qué la información captada por medio de los sentidos pasa a través del sistema límbico o cerebro emocional, antes de ser enviada a la corteza cerebral, encargada de los procesos cognitivos. Dentro de “ese cerebro emocional” se encuentra la amígdala, una de las partes más primitivas del cerebro, y se activa ante eventos que considera importante para la supervivencia, consolidando un recuerdo de manera más eficiente. Por lo tanto, explicar algún tema o algunos conceptos, a través de una historia dentro de un escape, puede funcionar como un auténtico activador de esta región cerebral.
Los juegos de escape se pueden aplicar a todas las asignaturas y a los diferentes niveles, puedes repasar las ecuaciones de segundo grado, explicar el reinado de Carlos V o hasta descubrir la clasificación de los animales invertebrados. Debemos sorprender a nuestrxs chicxs, ya que la sorpresa es otro factor que activa la amígdala. El cerebro es un órgano al que le gusta procesar patrones, entender cosas que se repiten siempre de la misma forma, es la manera como se enfrenta al mundo que lo rodea. Ahora bien, todo aquello que no forma parte de esos patrones se guarda de manera más profunda en el cerebro. De ahí que usar en la clase elementos que rompan con la monotonía benefician el estudio.
Como profesora, la enseñanza de la Biología es importante pero el proceso de aprendizaje se debe de entender como un todo, promoviendo la investigación, deducción, lógica y creatividad, así como las habilidades interpersonales de comunicación y liderazgo, y que todas ellas son necesarias para la resolución de un room escape.
Por último, resaltar la metodología del aprendizaje cooperativo, señalando la importancia de configurar una sociedad sin exclusiones, educando en el diálogo, la convivencia y la solidaridad. Y es que dicho aprendizaje debe de ser enseñado y una excelente forma de conseguirlo son los juegos de escape. Éstos están basados en el trabajo en equipo y en la unión de las personas para completar la misión.
Aprender en un entorno más distendido, permite que los adolescentes puedan expresarse mejor, pero a la vez acatan y cumplen unas normas necesarias para llevar a cabo dichos juegos. ¡Si es que lo tienen todo! Se divierten, comunican, trabajan en equipo y forman lazos más fuertes o liman asperezas al trabajar por un objetivo común. Desarrollan la creatividad, imaginación y la empatía.
